Sopa de callos polaca
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SI VA A VIAJAR A LAS ISLAS DE CÍES O A LA ISLA DE ONS DESDE PASCUALIDAD Y EL 15 DE MAYO (EXCEPTO CAMPESINOS), antes de comprar el billete, deberá obtener la autorización solicitada por La Xunta de Galicia, en la que le facilitarán el pre-código -reserva (necesario para adquirir el billete de barco).
La gastronomía gallega, con su gran tradición y abundancia de variedad, es uno de los aspectos más importantes de la cultura y la sociedad gallegas. ¿Qué familia gallega no ha celebrado nunca una fiesta? Ya sea en verano, en invierno o en primavera. Tienen una forma muy característica de entender la cocina, que la ha situado entre las más populares de España, gracias a su calidad y sencillez.
El caldo gallego lleva grelos, nabos, cachelos o patatas cocidas, berza o col blanca, alubias blancas, grasa de cerdo e ingredientes adicionales que pueden ser panceta, chorizo o lacón. Todo ello se hierve con huesos de vacuno y, al final, se añade aceite de oliva.
Una de las mejores cosas de esta receta es que hay infinitas posibilidades, siempre te encontrarás con diferentes versiones. Es una masa parecida al pan, hecha con harina, manteca de cerdo, levadura, huevos, vino blanco, aceite de oliva, agua y sal.
¿Cuánto tiempo se tarda en cocinar los callos?
Poner los callos en remojo en agua fría de cinco a diez minutos, enjuagarlos y cortarlos en trozos. Añade los callos a una olla grande con agua y escáldalos hasta que estén tiernos, entre una y dos horas.
¿De qué están hechos los callos?
Los callos son un guiso contundente a base de callos de ternera, patas de buey, chorizo de bilbao, garbanzos, guisantes y pimientos morrones cocinados a fuego lento en una salsa de tomate con pimentón.
¿Pones aceitunas en los callos?
1/2 taza de aceitunas verdes sin hueso. 2 cucharadas de vino tinto o mompo. 1 lata de salchicha de Viena (225 g), escurrida y cortada en rodajas. 1/4 de taza de pimiento rojo cortado en tiras.
Sopa de callos de ternera
Los callos de ternera, que es el revestimiento del estómago de la res, se llaman en español callos. Es un plato muy tradicional en Madrid y se sirve en las tabernas y en las mesas familiares desde hace siglos. Es una comida contundente, perfecta para los días fríos de invierno.
Como todos los platos tradicionales, hay muchas variaciones. Esta receta lleva jamón serrano y morcilla, mientras que otras pueden llevar carrillada de buey y un chorrito de vino blanco. También tiene la opción de añadir garbanzos; aunque no es tradicional en este plato de callos, las alubias espesan un poco el caldo.
Se pueden encontrar callos de buey en la mayoría de los mercados. Hay tres tipos de callos: los de nido de abeja (los más tiernos), los de bolsillo (menos tiernos) y los simples o lisos (los menos tiernos). Si puede, compre los callos alveolados. Esta receta también lleva pata de ternera o de cerdo; cuando la compre, asegúrese de que está cortada por la mitad. El carnicero local puede cortarla en segundos con sus afiladas herramientas.
Los callos son una adición deliciosa a las sopas y guisos, pero si no se preparan correctamente pueden tener un olor desagradable. Es importante limpiar bien los callos antes de cocinarlos. Sumergir los callos limpios en una solución de vinagre y agua puede ayudar a contrarrestar el olor, al igual que hervirlos, escurrirlos y enjuagarlos una o dos veces.
Receta de callos
Los gallegos tradicionalmente no piensan demasiado en los ingredientes. Sal. Aceite de oliva. Pimentón. Una pizca de vinagre. Quizás un poco de ajo. Pero lo que este canon culinario premia, dice el jefe de cocina del Voyager Estate, Santiago Fernández, de origen gallego, es el producto, la técnica y la herencia.
La empanada gallega es una gran tarta redonda de Galicia, España. La masa es ligeramente diferente a la típica masa de empanada al estilo latinoamericano. La empanada se suele hornear en una paellera o en un molde para pizza. Los rellenos de las empanadas gallegas y portuguesas suelen incluir atún, sardinas o chorizo, comúnmente en una salsa de tomate, ajo y cebolla.
Los sabores atlánticos eran los principales: bivalvos, mejillones, berberechos, almejas y pescados más pequeños: sardinas y anchoas. También la carne de cerdo. De pasto. Muchos tomates. Quesos. Harina y panes fuertes. Sabores sencillos y platos grandes para saciar a las familias que trabajaban en los barcos y en los campos.
“Mi abuela paterna, recuerdo que era una excelente cocinera. Una gran cocinera. Tenía esa risa y era realmente inteligente y astuta”, sonríe, recordando los almuerzos de los domingos en su casa. “Todo lo que cocinaba tenía el sabor del amor y la pasión que ponía en ello. Y la forma en que cocinaba ese pulpo, el sabor se me quedó grabado en la cabeza”.
Callos de ronda
Como sabrán los lectores habituales de este blog, soy un gran fan de esas carnes variadas poco apreciadas. La trippa, o callos, no es una excepción. Aquí, en Memorie di Angelina, hemos presentado recetas de callos de Milán, Roma y Florencia.
La receta de hoy viene de Calabria. Trippa e patate alla calabrese, o estofado de callos y patatas al estilo calabrés, es esencialmente callos y patatas cocidos a fuego lento en salsa de tomate. Hasta aquí lo típico de muchos, si no de la mayoría, de los platos de callos italianos. Pero lo que distingue a esta receta de las demás es el picante típico de Calabria. Por supuesto, lleva uno o dos peperoncinos, pero eso no es todo. La receta requiere una buena pizca de polvere di peperone dolce, o polvo de pimienta dulce, que infunde al plato un sabor terroso distintivo. Y para terminar, se añaden trozos de peperoni cruschi, pimientos rojos secados al sol.
Esta combinación de especias hace que el plato sea increíblemente sabroso. Un plato poco habitual en la cocina italiana, que normalmente valora más los sabores sencillos y limpios que la complejidad. Pero esa diferencia es el encanto de este plato único.