Fabes con almejas arguiñano
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La cocina española está formada por las tradiciones y prácticas culinarias de España. El aceite de oliva (del que España es el mayor productor mundial) es muy utilizado en la cocina española[1][2] y constituye la base de muchas salsas vegetales (conocidas en español como sofritos)[3] Las hierbas más utilizadas son el perejil, el orégano, el romero y el tomillo[4]. [4] El uso del ajo se ha señalado como “común a toda la cocina española”[5] Las carnes más utilizadas en la cocina española son el pollo, el cerdo, el cordero y la ternera[6] También se consumen habitualmente pescados y mariscos[6].
Autores como Estrabón escribieron sobre los pueblos aborígenes de España que utilizaban nueces y bellotas como alimento básico[8] La extensión de las vides a lo largo del Mediterráneo parece deberse a la colonización de los griegos y los fenicios, que introdujeron el cultivo del aceite de oliva. España es el mayor productor de aceite de oliva del mundo. El cultivo de la llamada tríada mediterránea (trigo, vid y olivo) sustentó los productos alimenticios básicos para los habitantes del sur de la Península Ibérica durante la época romana (pan, vino y aceite)[9].
Fabada con alubias de bote
La gastronomía de Aragón ofrece una gran variedad y riqueza de productos típicos de la zona que cuentan con sellos de calidad y múltiples Denominaciones de Origen. Descubra algunos de los productos y platos estrella de las provincias de Huesca, Zaragoza y Teruel.
La gastronomía de Aragón es una de las más ricas y variadas de España. El recetario tradicional aragonés cuenta con algunos platos de cuchara como el arroz con acelgas y almejas o el pollo al chilindrón de Zaragoza. También productos como el jamón de Teruel DOP, el chorizo de Graus o las chiretas de Huesca. Desde Go Aragón, presentamos 10 platos y productos característicos de zonas de Aragón para degustar y dejarse cautivar por la comida típica de la tierra.
Este manjar de calidad forma parte de la rica y variada gastronomía de Aragón, más concretamente del Alto Aragón. Graus, la localidad de la Ribagorza, destaca dentro y fuera de las fronteras aragonesas por este sabroso embutido sellado con la Marca de Calidad Alimentaria de Aragón. Elaborado con magro de cerdo y tocino, papada y panceta, este embutido se acompaña de condimentos y especias como sal común, orégano, nuez moscada, anís y otras especias naturales. El secreto de cada fabricante de longaniza reside en la combinación precisa de estos ingredientes para ofrecer al comensal un producto único.
Fabada asturiana receta de la abuela
Hoy viajamos, gastronómicamente hablando, al norte de España. El arroz con pitu es probablemente uno de los platos más icónicos de la gastronomía asturiana, siempre servido en grandes arroces de portentoso color marrón dorado con el pitu guisado por encima.
El pitu caleya no es más que un pollo salvaje que vive paseando por los húmedos paisajes de la frondosa Asturias y tiene un sabor de carne potente y algo duro, con mucha personalidad, algo que luego se traslada también al arroz.
Sin duda, para conseguir un arroz con pitu Arroz con pitu. de categoría lo más importante es contar con un animal de calidad pero si no conseguimos uno de su origen siempre podemos pedir al avicultor un ave salvaje de las mejores que tenga, o si no…… un pollo de corral de calidad. Los pitus son pollos grandes, de mayor edad, y nos darán para varias raciones de este arroz, la carne que sobra para un arroz para cuatro, nos dará casi para ocho pero se puede congelar bien y reservar tanto la carne como la salsa para otra tanda de arroz.
Fabada asturiana arguiñano
Su nombre proviene de la forma tradicional de comer los ingredientes cárnicos de la cazuela, con los dedos, lo que significa que acabará con los dedos pegados (“pringados” en español). Pero volvamos al tema.
Para la pasta choux: Masa 1, previo leudado: 12,5 g de levadura prensada 87 g de agua 125 g de harina de fuerza Masa 2: 175 g de harina de fuerza 37,5 g de mantequilla a temperatura ambiente 37,5 g de azúcar 8 g de sal 50 g de yema de huevo 37,5 g de huevo Ralladura de medio limón Aceite de girasol para freír
Hacer la masa 1, con levadura previa: Disolver la levadura en un poco de agua tibia. Poner la harina en el bol y añadir la mezcla de agua y levadura junto con el resto del agua. Mezclar bien hasta formar una masa, amasando suavemente hasta que no se pegue en las manos. Colocar en un bol y cubrir con film transparente. Dejar que suba hasta que doble su tamaño. Mientras tanto, hacer la masa 2 Poner la harina en el bol y añadir el resto de los ingredientes. Mezclar y amasar bien para formar una masa. Colocar en un bol y cubrir con film transparente. Dejar la masa a temperatura ambiente. Una vez que la masa 1 haya subido, desgasificarla y añadirla poco a poco en trozos a la masa 2. Hay que mezclarlas muy bien, tenemos que acabar con una masa lisa y homogénea. Una vez que la masa esté lista, córtala en porciones de 60 g, forma bolas, colócalas en una bandeja forrada con papel de horno y cúbrelas con film transparente. Dejar subir las bolas hasta que doblen su tamaño. Poner a calentar el aceite de girasol. Freír las bolas en el aceite durante unos 5 minutos, dándoles la vuelta constantemente.